Al hacer ejercicio necesitamos una protección extra; por eso, te damos estos 3 consejos para elegir un sujetador deportivo, importante para la salud de tu busto. ¡Toma nota!
Muchas veces no le ponemos atención a las necesidades del pecho, sobre todo, cuando se trata de ejercitarnos; sin embargo, el movimiento sin control adecuado puede lastimarnos o provocar que los senos se caigan con el tiempo; además, aunque el encaje y las transparencias lucen lindas, llegan a rozar o irritar durante el entrenamiento.
De ahí la importancia del sujetador deportivo, diseñado de manera específica para cubrir las necesidades de las mujeres en cualquier deporte. Así que olvida el brasier que usas a diario para salir, para una cita o el trabajo, y cuando hagas ejercicio elegir mejor e invierte en algo de calidad.
Esto es básico para una mayor sujeción y comodidad durante la rutina; no debe ser más grande ni más chico. Aquí no conviene elegir a simple vista o en tallas estándares; es preferible medir con una cinta la copa y el contorno justo debajo del pecho.
Sin embargo, a pesar de tener estas medidas, la talla puede variar con cada fabricante; lo mejor es probarte el sujetador.
No es lo mismo practicar yoga que brincar la cuerda o correr; por lo tanto, según la actividad que realices, es el nivel de sujeción que debes buscar.
Conoce los benéficos del yoga
La tela debe ser licra de calidad y permitir la transpiración, para regular el sudor y evitar las molestas rozaduras. De igual manera, son preferibles los sujetadores sin varillas ni costuras.
Procura comprar tu sujetador deportivo en una tienda, para asegurarte de adquirir lo que necesitas. Y aunque hay modelos bonitos, lo más importante es que cuente con las características mencionadas arriba.
¿Cómo saber si funciona? Brinca un poco, eleva los brazos, agáchate e inclínate hacia adelante; si con estos movimientos te sientes cómoda, no hay roces, el sujetador no se desajusta y tu busto se mantiene controlado, es el correcto.
Otro consejo es cambiarlo cada seis meses o al año, según su desgaste; las señales claras para comprar uno nuevo, es cuando el anterior tiene los tirantes flojos, el resorte que rodea el torso se levanta o enrolla, o si se siente menos sujeción al usarlo.
Si compras unos tenis y ropa de marca para hacer ejercicio, también puedes invertir en un buen sujetador deportivo, ¿no crees? Tu cuerpo te lo agradecerá.
Muchas veces no le ponemos atención a las necesidades del pecho, sobre todo, cuando se trata de ejercitarnos; sin embargo, el movimiento sin control adecuado puede lastimarnos o provocar que los senos se caigan con el tiempo; además, aunque el encaje y las transparencias lucen lindas, llegan a rozar o irritar durante el entrenamiento.
De ahí la importancia del sujetador deportivo, diseñado de manera específica para cubrir las necesidades de las mujeres en cualquier deporte. Así que olvida el brasier que usas a diario para salir, para una cita o el trabajo, y cuando hagas ejercicio elegir mejor e invierte en algo de calidad.
Esto es básico para una mayor sujeción y comodidad durante la rutina; no debe ser más grande ni más chico. Aquí no conviene elegir a simple vista o en tallas estándares; es preferible medir con una cinta la copa y el contorno justo debajo del pecho.
Sin embargo, a pesar de tener estas medidas, la talla puede variar con cada fabricante; lo mejor es probarte el sujetador.
No es lo mismo practicar yoga que brincar la cuerda o correr; por lo tanto, según la actividad que realices, es el nivel de sujeción que debes buscar.
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La tela debe ser licra de calidad y permitir la transpiración, para regular el sudor y evitar las molestas rozaduras. De igual manera, son preferibles los sujetadores sin varillas ni costuras.
Procura comprar tu sujetador deportivo en una tienda, para asegurarte de adquirir lo que necesitas. Y aunque hay modelos bonitos, lo más importante es que cuente con las características mencionadas arriba.
¿Cómo saber si funciona? Brinca un poco, eleva los brazos, agáchate e inclínate hacia adelante; si con estos movimientos te sientes cómoda, no hay roces, el sujetador no se desajusta y tu busto se mantiene controlado, es el correcto.
Otro consejo es cambiarlo cada seis meses o al año, según su desgaste; las señales claras para comprar uno nuevo, es cuando el anterior tiene los tirantes flojos, el resorte que rodea el torso se levanta o enrolla, o si se siente menos sujeción al usarlo.
Si compras unos tenis y ropa de marca para hacer ejercicio, también puedes invertir en un buen sujetador deportivo, ¿no crees? Tu cuerpo te lo agradecerá.